La temporada de verano es sinónimo de sol, diversión y vacaciones. Disfrutar del tiempo soleado es bueno para nuestro cuerpo y nuestra mente, pero el sol también puede dañar la piel. Los rayos UV crean radicales libres que estresan las células de nuestro cuerpo. Y aquí es donde entran en juego los antioxidantes: ¡permiten proteger las células* de este estrés oxidativo!